Muerte...

Es increíble, cuan grande es el mundo y lo pequeño que se torna e estos momentos, tantas estrellas en el firmamento y solo brilla una, todo se apaga y muere.

Siempre e estado perdido en el laberinto, veía caminos que recorrer y seguía caminando aun solo y aturdido, pero ahora me he parado en seco, no se si quiero seguir andando, simplemente no veo el camino, tiniebla es lo único que veo ante mi, extiende su frío manto sobre mi cuerpo, ahora es tiempo de dormir, me susurra al oído, me dice la verdad, como lo ha echo siempre, solo que hasta ahora no la había escuchado.

Todo ahora es diferente, parece que el mundo entero a dejado de girar, nada ocurre a mi alrrededor, no existe nadie, solo calles vacías, inertes, como infestadas por un silencio enloquecedor, yo las recorro, intentando quizás, encontrar algo que jamas conseguiré, maldiciendome a mi mismo por la situación, echándome la culpa de todo, maltratando mi cada vez mas pequeño corazón, no hago mas que preguntarme una y otra vez lo mismo, por qué? es lo único que ahora puedo decir, las únicas palabras que se arrastran por mi garganta y salen de mi boca, tanta duda, tanta incertidumbre me golpean constantemente con su verdad en la cara, siempre ha sido así, pero esta noche... todo ha cambiado, el golpe ha sido mayor de lo que jamas habría imaginado, me duele, pero no me sorprende, parece que la vida no es mas que un circulo de miserias que se repite eternamente como mofándose de nuestra patética existencia.

Y ahora que hacer? es en lo que tengo que pensar, seguir luchando ya no parece la opción mas cuerda, al fin y al cabo, es lo que he estado haciendo y lo único que he conseguido ha sido herirme a mi mismo con mi propia espada, quizás arrancarme el corazón del pecho y aprender a vivir sin el podría ser la mejor opción, aprender de todos aquellos que parecen felices, que no sienten nada por nadie mas que por si mismos, que no sufren las consecuencias de los actos de otros, que aun muertos parecen mas vivos que yo ahora...